CUANDO TÚ CAMBIAS....
EL MUNDO CAMBIA ANTE TU MIRADA

PROCESO CMR

· . ¿Quieres un cambio en tu vida y no sabes por dónde empezar?

- ¿Te pasa que a pesar de haber hecho terapias, cursos, etc., te sientes estancado?

-¿Sientes que las situaciones te superan?

- ¿Te sientes cansado, estresado, sobrecargado, y no sabes cómo gestionar tus emociones?

- ¿Estás cansado de no poder ser tú mismo, de no saber poner límites?

- ¿Sientes que no te entienden, que no te valoran? Tus relaciones son conflictivas?

- ¿Tus miedos te limitan/paralizan a la hora de concretar tus proyectos?

Puedo ayudarte


TE ACOMPAÑO A LIBERAR TUS LIMITACIONES MEDIANTE HERRAMIENTAS SENCILLAS Y EFECTIVAS, PARA QUE PUEDAS VIVIR PLENAMENTE


domingo, 21 de febrero de 2016

Neurociencias: el ADN de la mente - Alejandra del Fabro


Resulta que nuestros cerebros están conectados como si nuestras mentes estuviesen al alcance de la señal de un wifi neuronal: todos nos enlazamos a un router. 
Si una persona bosteza, ¿te hace bostezar? En Jardín de Infantes en la etapa de adaptación, si un niño comienza a llorar, ¿lloran todos? Cuando te encontrás en la calle con una persona que lleva un bebé en el carrito, le acercás tu cara al bebé y le sonreís, ¿te devuelve la sonrisa? ¿Te tentaste de risa y tentaste a otra persona? ¿Fuiste al teatro y sentiste que te pasaba lo mismo (alegría o tristeza) que al actor? 
Esta es la respuesta al porqué las emociones, ciertos movimientos e, incluso, las intenciones son contagiosas. 

Vivimos en un mundo vertiginoso, cambiante, desafiante, competitivo e incierto. Es más, nuestro hogar,  el planeta Tierra, está en serios riesgos. Sentimos que la humanidad está cada vez más “encerrada” en sus propios problemas personales y difícilmente tenga la oportunidad de mirar a los costados: adolecemos de empatía.  

La empatía es la base de la Inteligencia Emocional; esta característica no significa ser emotivo, sino todo lo contrario, es ser hábil en el contexto emocional y social.
A partir de los descubrimientos neurocientíficos que nos dicen que las emociones son contagiosas y que ellas fluyen desde la persona más poderosa, los líderes están en la mira: tu estado emocional es contagioso, ya sea de forma  positiva como negativa. 

En este artículo mencionamos como líderes positivos no sólo a las personas conocidas y de fama mundial. Creemos que cada uno de nosotros es (o puede llegar a ser) un líder en su familia, en su grupo de amigos, en su ámbito laboral, empresarial, político, etc. 


La Neurosicoeducación nos educa y da a conocer descubrimientos neurocientíficos que nos ayudan a entendernos más como seres humanos. Además, nos provee de herramientas para mejorar en este sentido. Por esta razón, resulta que las neurociencias nos traen ¡buenas noticias! 
A fines del siglo XIX Anton Chejov, médico, escritor y dramaturgo ruso, dijo desafiante, pero lleno de esperanza: "El hombre llegará a ser mejor si le muestras cómo es."  
Algunos de los científicos más eminentes del mundo están de acuerdo con aquellas palabras pronunciadas hace dos siglos y cuando se les pregunta ¿Qué los hace sentirse tan optimistas? y ¿Por qué? Responden en base a los últimos estudios realizados. El destacado neurocientífico Marco Iacoboni, por mencionar un caso, citó el trabajo experimental que se realizó sobre los mecanismos neuronales y mostró cómo los humanos estamos "cableados para la empatía". Se trata del descubrimiento, relativamente reciente, del sistema de neuronas espejo (SNE). 

El sistema neuronas espejo fue descubierto e investigado por el neurobiólogo italiano Giacomo Rizzolatti quien en 1996 dio a conocer que las neuronas espejo son las responsables de la empatía humana. Rizzolatti señaló que este sistema cableado es lo que nos permite "captar las mentes de los demás no a través de un razonamiento conceptual sino a través de una estimulación directa de los sentimientos, no con el pensamiento". Las neuronas espejo son la base de la empatía y, por lo tanto, de nuestro comportamiento social. En los humanos este sistema se desarrolla junto con el sistema motor, por lo que son observables a muy temprana edad.  

Durante varios años, los psicólogos estuvieron al tanto de este factor de contagio. Uno de los experimentos que lo demostraba era que dos desconocidos entraban en un laboratorio y debían marcar en una lista los estados de ánimo que experimentaban en ese momento. Luego permanecían en silencio, mirándose, durante unos minutos. A continuación volvían a marcar los elementos de la misma línea. De las dos personas, la más expresiva emocionalmente habría transmitido sus emociones al otro durante los dos minutos en silencio. Sin embargo, el proceso en sí era un enigma y los psicólogos se preguntaban sobre el origen del contagio.  

Como este fue una incógnita durante tantos años, no es sorprendente que algunos científicos piensen que el descubrimiento de las neuronas espejo es el hallazgo neurológico más importante desde hace décadas. Inclusive, “se podría comparar con lo que significó el descubrimiento del ADN para la biología” según  aseguró el neurólogo Vilayanur Ramachandran en 2006.      


Con la divulgación del Sistema de Neuronas Espejo supimos que influimos de forma constante en el estado cerebral de los demás. Según el modelo de Inteligencia Emocional de Daniel Goleman, en la gestión de las relaciones somos responsables de cómo determinamos los sentimientos de las personas con las que interactuamos, para bien o para mal.
 
A partir de ahí surge un interrogante: ¿Quién envía las emociones que pasan entre las personas y quién las recibe? Una respuesta, para grupos de iguales, es que el emisor suele ser el individuo más expresivo emocionalmente. Sin embargo, cuando existen diferencias de poder (en la familia, en el aula, en el trabajo, en cualquier tipo de organización) el emisor emocional es el individuo más poderoso (el líder): él o ella marcarán el estado emocional del resto. 

En cualquier grupo de seres humanos se presta el máximo de atención (y se le confiere el máximo de importancia) a lo que diga o haga la persona con más poder. Hay muchos que señalan, por ejemplo, que si el líder de un equipo deportivo está de buen humor los demás lo reflejan y el optimismo colectivo mejora el rendimiento del conjunto. Todo lo contrario ocurre cuando el líder se muestra pesimista. 

El contagio emocional se produce siempre que las personas interactúan en pares, en grupos o en una organización.  La influencia anímica de una persona a otra surge automática, instantánea e inconscientemente y escapa a nuestro control. No obstante, nuestra mente tiene la capacidad de autocontemplación, autodomio y autoconocimiento. Estas últimas tres capacidades, pertenecientes al ámbito de la neurobiología interpersonal,  cobraron forma a medida que la ciencia ha ido descubriendo el cerebro social. 

El cerebro social cuenta con una infinidad de circuitos, todos ellos concebidos para adaptarse a la mente de otra persona e interactuar con ella. Como se dijo anteriormente, cada uno de nosotros somos (o podemos ser) líderes en nuestro ámbito. Como líder, ¿qué te gustaría contagiar para ayudar a que quienes te rodean sean personas más felices, plenas y contentas consigo mismas? 


Prof. Nse. Alejandra del Fabro


Ver mas en;   NEURONAS ESPEJO



martes, 16 de febrero de 2016

El dolor puede ser nuestro guía y maestro.(Luis Diaz)




Algo de lo más profundo de nosotros puede abrirse paso y brillar a través de las experiencias de dolor. El dolor puede ser nuestro aliado, nuestro guía y maestro y, cuando es experimentado de manera consciente es, paradójicamente, el portal que da a la liberación del sufrimiento.

El dolor que es vivido conscientemente nos conduce a un lugar que sentimos como «de vuelta a casa». La mayor parte de la humanidad vive en un estado de sufrimiento inconsciente, y la  mayor parte de este dolor es artificial. Sabios y maestros espirituales de todos los tiempos han identificado ese estado como «ensueño», «fantasía» o «imaginación». En el hinduismo, por ejemplo, se dio el nombre de «maya» a esa «obra de teatro» creada por la divinidad que es el mundo, sólo una etapa del juego divino.

Pero más allá del nombre que le demos, es un estado del ser desde donde hacemos lo imposible para ser diferentes de lo que somos en realidad. Así vivimos nuestras vidas, profundamente identificados con lo que no es verdad, como presas de un trance hipnótico o un conjuro. Y lo mas interesante es que es posible que permanezcamos en ese estado hasta el final de nuestra vida. De hecho la mayoría de la humanidad así lo hace.

La transformación de las contracciones energéticas que llamamos «dolor» requiere atención y presencia. Cuando prestamos atención a aquello que sentimos incómodo o doloroso,  podemos volvernos más conscientes de las sensaciones y los sentimientos, así como de los patrones de pensamiento y las creencias que lo alimentan. Entonces podremos empezar a desmadejarlo.


Este proceso es extraordinariamente simple, aunque al principio puede resultarnos dificultoso, en parte por falta de ejercitación y, sobre todo, por toda una vida de entrenamiento en juzgar, resistir y luchar con lo incomodo o doloroso.

La creación  del cuerpo del dolor pudo habernos llevado toda la vida, pero la transformación de esas contracciones puede producirse en un solo instante. Para mi la liberación del cuerpo de luz se comporta como un incendio forestal irrefrenable, y el estado de presencia es como un viento que esparce y alimenta ese incendio. Cuanto más presentes estamos, más poder cobra el fuego transformador. A su paso, se consumen extensas áreas de mentira y de miedo, de vergüenza y auto-condena, para dar lugar a lo que ha estado allí desde siempre, esperando ser experimentado y reconocido, y a lo que llamamos nuestro ser verdadero.

El breve intervalo que media entre el nacimiento y la muerte –apenas, la vida– puede ser transitado casi por completo en el estado de ensueño y fantasía que crea la mente. Lo cierto es que un mundo maravilloso cambia a cada instante a nuestro alrededor, aun cuando estemos distraídos repasando el pasado o tratando de predecir el futuro.
Sin embargo, como la nave a la deriva se beneficia de la luz del faro, podemos experimentar en nuestro cuerpo sensaciones muy intensas que nos sacuden temporalmente del sueño en el que estamos sumergidos y nos llevan al encuentro del poderoso “ahora”.

Cuando experimentamos dolor físico o emocional y dirigimos nuestra atención hacia la zona de nuestro cuerpo que se activa, nos «traemos» a nosotros mismos al momento presente. Es así como el dolor nos devuelve a la vida, que ocurre, siempre, ahora, en este preciso instante.




Ejercicio

Tómate un momento para apreciar la diferencia entre el estado de ensueño y el estar aquí y ahora. Respira profundo. Siente tu cuerpo… ¿Cómo lo sientes? ¿Qué sensaciones experimentas y dónde? ¿En qué lugar de tu cuerpo hay relajación y en qué lugar, tensión? (Si experimentas calma, siente si es calma real o si es adormecimiento.) Siente tu respiración.
-Ahora, mientras parte de tu atención está puesta en las sensaciones de tu cuerpo –el espacio interno– pasa a reconocer poco a poco el espacio exterior.
-¿Qué está pasando exactamente ahora dentro de tu cuerpo y fuera de él?
Captura estas percepciones, mira por un momento y siente. Respira.
-Éste es el comienzo del estado de presencia.



Consultas  Presenciales  y  por  Skype.

Juana Ma. Martínez Camacho

 Terapeuta Transpersonal
 Especialista en Bioneuroemoción

 Facilitadora Internacional de CMR (Liberación de la Memoria Celular)


lunes, 15 de febrero de 2016

Como los valores humanos afectan a las células- Luis Diaz




¿QUE SUCEDE DURANTE EL PROCESO CMR?

Durante el proceso CMR, accedemos a la energía inteligente que tiene el cuerpo y a su capacidad de autosanación.

La sabiduría del cuerpo, nos guía para explorar los archivos que guardan las memorias originales, raíces del malestar interno. Así, se pueden descubrir las conexiones que nos mantienen enganchados en la repetición del patrón.
Al encontrar la raíz, reconocemos el sentimiento atrapado, lo permitimos sin juicios, sin interpretaciones, descubriendo las necesidades que lo motivaron. Así comenzamos a desbloquear los nudos energéticos creados en el pasado.
Cuando desbloqueamos estos nudos energéticos, las células, comienzan a eliminar las contracciones y a reemplazarlas con la resonancia original: Amor,Libertad y Gozo.

La persona se siente protagonista de su vida, fortalecida y confiada, con mayor conocimiento de sí misma; lo cual le permite sentir un profundo bienestar físico y emocional.

El proceso te ayuda a que puedas conocerte mejor y que liberes la carga dolorosa retenida en el cuerpo, como forma de contracciones que producen dolor físico y/o emocional, al encontrar el origen de las causas que las producen, puedes sanar las heridas del pasado, aprendiendo a expresar tus emociones, sentimientos y necesidades. Te vuelves más íntegro como persona.

Aprendes a diferenciar entre el sufrimiento y el dolor. Una cosa es afrontar el dolor, como parte de la vida, y otra muy diferente es sufrir, que surge de la identificación con la situacion dolorosa, de lo que te dices constantemente al respecto, puedes enfrentar los sentimientos/emociones incómodas de una manera diferente cuando aprendes el estado de "Presencia", pues no estas enganchado al drama, sino que, desde ese estado de Presencia, atraviesas el dolor y sales fortalecido y mas integrado, viendo el entorno de una manera nueva y diferente. 

Aprendes a escuchar los mensajes que, todo el tiempo tu cuerpo te está dando, el cuerpo tiene una vastísima inteligencia que lo hace funcionar, solo has de aprender a escuchar sus mensajes. Aprendes a desarrollar la percepción de cómo actúa la energía en el cuerpo y cómo incide en tu vida.

Toda la información esta en ti, y aprendes a acceder a ella descodificando sus mensajes, aprendiendo la inteligencia emocional: gestionar sanamente sentimientos, emociones, sensaciones, para que funciones mas integro en cuerpo, mente y espíritu.



Las consultas pueden ser Presenciales o por Skipe.

Juana Ma. Martínez Camacho
Terapeuta Transpersonal
Especialista en Bioneuroemoción
Facilitadora Internacional de CMR (Liberación de la Memoria Celular)



domingo, 14 de febrero de 2016

El Segundo Cerebro: ¿Qué es el sistema nervioso entérico?


El sistema nervioso entérico (SNE), una subdivisión del sistema nervioso autónomo, está localizada dentro de la musculatura lisa (es decir, involuntaria) de los intestinos. Se encarga de controlar directamente el aparato digestivo para que las funciones digestivas se mantengan su funcionamiento coordinado e integrado.

El SNE está compuesto por 100 millones de neuronas, un centésimo del número de neuronas en el cerebro y considerablemente más que el número de neuronas en la médula espinal, por esto que lo responsabilicen en hacernos sentir ciertas emociones en la tripa.

Esta enorme cantidad de neuronas sensoriales y motoras del sistema nervioso entérico es la que permite que la digestión se haga de forma apropiada, sin que el cerebro principal tenga que intervenir en sus procesos.

Es decir, el SNE es capaz de hacer la rotura de los alimentos, la absorción de los nutrientes y la expulsión de los desechos, etcétera, de forma independiente del cerebro. Por esto que este sistema nervioso gana rápidamente los motes: ¨el pequeño cerebro¨, ¨el mini-cerebro¨, ¨el cerebro abdominal¨, ¨el cerebro digestivo¨ o el “segundo cerebro”.

Según el Doctor Michael D. Gershon (jefe del departamento de Anatomía y Biología Celular de la Universidad de Columbia en Nueva York y el autor del libro, ¨El Segundo Cerebro”): “el lenguaje hablado por las células del sistema nervioso abdominal es tan rico y complejo como el del cerebro". De hecho, el SNE es la única parte del cuerpo que puede rechazar o ignorar un mensaje que llega desde el cerebro craneal.

El SNE produce y almacena 95% de la serotonina en nuestro cuerpo. La serotonina es un neurotransmisor, una sustancia química que juega un papel importante en las emociones y el humor en general; en este caso en la inhibición de la ira o cualquier conducta impulsiva orientada a la agresión, la temperatura corporal, el apetito, el placer sexual o el placer en general.
 
           

¿Cómo profundizar la consciencia emocional y mejorar la salud en el aparato digestivo?

La serotonina también ayuda en la digestión: primero, empieza el proceso de la digestión a través de estimular la secreción de enzimas desde el páncreas y segundo, controla la velocidad y el ritmo del peristaltismo, el movimiento muscular ondulante e involuntario, parecido a olas e de los intestinos para mover el bolo alimentario por su trayecto.

Por esto hay una conexión entre el movimiento intestinal, la digestión (diarrea, constipación) y el humor (irritabilidad, depresión).

¨El cerebro abdominal¨ no comparte la abundancia de la serotonina con el cerebro craneal, pero la serotonina sí que tiene un efecto estimulante sobre el nervio craneal decimo, que es el famoso nervio vago que inerva la faringe, el esófago, la laringe, la tráquea, los bronquios, el corazón, el estómago, el páncreas, el hígado y otros órganos y vísceras. 

El nervio vago también permite una comunicación entre los dos ¨cerebros¨, el abdominal y el craneal. El abdominal manda hasta nueve impulsos por cada uno que recibe de vuelta del craneal.

Pero incluso con toda la comunicación entre los dos ¨cerebros¨, el SNE puede tomar decisiones independientes del sistema nervioso central y por lo tanto aprender sus propias lecciones.

El “segundo cerebro” tiene también una relación estrecha e íntima con el sistema inmunitario. 70% de nuestro sistema inmunológico se centra en el intestino para expulsar y matar a sus invasores.

En la boca se hospedan más de 250 especies de microorganismos.

En el túnel gástrico se hospedan más de 500 especies de microorganismos y algunos son potencialmente letales.

Cuando una sustancia amanece el organismo, el cerebro craneal activa los agentes del sistema inmunitario y los sitúa a vigilar y proteger los paredes de los intestinos. Esa masa de células que hace su función en proteger el organismo, segrega, entre otras sustancias, la histamina, que en parte su función es provocar una inflamación para defender el organismo.

                

¿Cuál es la relación entre el SNE con nuestro Centro emocional?

Según Doctor Gershon, en parte nuestro bienestar físico y emocional cotidiano depende del “segundo cerebro”.

Aparte de la serotonina, el cerebro entérico produce otras sustancias psicoactivas que influyen el estado de ánimo, como la dopamina, que es también otro neurotransmisor que modula el dolor y está relacionada con la sensación de calma y bienestar.

Casi todas las sustancias que controlan y hacen funcionar el cerebro, se producen en el intestino. Los síntomas de ambos ¨cerebros¨ se confunden: la migraña calma los intestinos hiperactivos, los antidepresivos provocan los trastornos digestivos, el prozac aumenta la concentración de serotonina, los enfermos de Alzheimer y de Parkinson sufren de estreñimiento: sus neuronas intestinales están tan enfermas como las cerebrales y casi todos los pacientes con síndrome de colon irritable se quejan de problemas mentales y emocionales, como ansiedad, fatiga, agresividad, depresión o alteraciones del sueño. 

Drogas como la morfina y la heroína actúan tanto sobre los receptores opiáceos que se hallan en el cerebro como en los que se encuentran en el intestino. Ambos sistemas pueden hacerse adictos.

Estos hechos nos demuestran la relación entre nuestro ¨ámbito mental¨, nuestras emociones y nuestros órganos y su bienestar.

En el lenguaje popular todos conocemos las expresiones que reflejan la relación intima de las emociones con el aparato digestivo, con nuestro centro, aquí se expone unos ejemplos:

¨Tengo mariposas en mi barriga¨
¨No me lo puedo tragar¨, ¨difícil de tragar¨
¨Me hace un nudo en el estómago¨

Nuestros órganos, son como nosotros, están vivos- se sienten, saben y exigen según sus necesidades. Nos dan señales, nos comunican, nos hablan. Cuando el estómago se hincha, cuando la boca del estómago entra en un estado de espasmo, cuando hay un estreñimiento o una diarrea- son todos mensajes directos de nuestros órganos y de nuestro Centro emocional. Así pues, la salud de nuestros órganos, de nosotros mismos, depende de nuestra respuesta.

Una respuesta que Lisa Sarasohn, la escritora del libro - The Woman´s Belly Book, recomienda, es comunicar con nuestra barriga a través de una actitud, unas pautas que siempre te puedan guiar de una manera consiente y creativa:

1. Da, recibe y absorbe nutrición
2. Evita el toxico
3. Ten límites y bordes claros
4. Establece una identidad
5. Suelta la necesidad de ser perfecto
6. Siente que eres suficiente, que haces suficiente y que tienes suficiente
7. Expresa rabia
8. Ten un sentido a tu vida muy claro
9. Di tu verdad
10. Afirma tu sexualidad
11. Sientete seguro y protegido en el acto sexual
12. Expresa tu creatividad
13. Vive con una sensación de abundancia
14. Vive el duelo y suelta




lunes, 1 de febrero de 2016

El inconsciente está dividido - integrar para sanar



El ser humano es comparable a una vasta morada que posee numerosos cuartos, salas, corredores, cavas, graneros, recovecos y mazmorras. Algunos de esos lugares ya no son visitados por el propietario, quien redujo su espacio de vida a algunas piezas. Ya no pone su conciencia sino sólo en esos lugares….; los demás espacios se convirtieron en dominio del inconsciente.

Pero de esos lugares provienen voces que transmiten órdenes, mensajes, exhortos. En ocasiones, surgen conflictos, órdenes contradictorias, por ejemplo, entre la cocina y la cava. La cocina es un lugar donde colocó su conciencia; tiene deseos de comer, no sólo para sobrevivir de manera elemental, sino para obtener placer, pero de la cava le llega un mensaje según el cual no hay que comer, sin dar ninguna razón. O, por razones olvidadas, quizá para defenderse de una madre tóxica. Del granero llega otro mensaje, como el que hay que comer para complacer a mamá…Existe un conflicto entre estos mensajes contradictorios, lo cual implica un comportamiento que provoca sufrimiento, una doble obligación.

Cada uno de nosotros siente la necesidad de vincularse; requiere, para funcionar y estar en equilibrio general, que las informaciones circulen en el interior de la morada ¡con todas las ventanas abiertas!.
Hay pacientes que han vivido una experiencia muy fuerte, un trauma, acompañado por miedo a morir cuando tenían uno o dos años de edad, en su nacimiento o incluso en la vida intrauterina….estas personas tienen cuarenta o cincuenta años de edad en la actualidad. Saben cómo es lógico  que no van a morir en el nacimiento o en un bombardeo, sin embargo, una parte de ellos, no lo sabe. El psiquismo está dividido por mecanismos como el rechazo o la disociación.
Una experiencia muy fuerte, que produce un trauma, desborda las capacidades de contención y de integración del psiquismo, el cual no puede integrarla en la estructura de la personalidad sin poner en riesgo de una amenaza de desestructuración.  Esta experiencia forma en el interior de la psique, un cuerpo extraño. Se encierra en una habitación aparte, la  cual no se relaciona con el resto del grupo interno. Es un mecanismo de disociación que se moviliza para permitir la supervivencia del sujeto.

                              

Pero en ciertas ocasiones, en ciertas situaciones, ese cuerpo extraño va a ser reactivado y toma la parte central de la escena psíquica y propicia el surgimiento de descargas emocionales, de comportamientos bizarros en los cuales el sujeto no se reconoce a si mismo y, sobre todo, a las enfermedades.

Es uno de los efectos del trauma y del mecanismo de disociación. Y es toda la experiencia con sus componentes de recuerdos emocionales, afectivos, temporales, espaciales, cognitivos, etc., la que forma una especie de guión que está enquistado en la psique y desintegrado del resto de la personalidad.

Esta parte de la psique, puede tomar decisiones, hacer elecciones profesionales o sentimentales, del comportamiento o somáticas (enfermedades)… decisiones que no toman en cuenta al resto de la estructura ni al mundo exterior, y que pueden incluso estar en conflicto o en oposición con los demás componentes de la personalidad.
                                                                                C. Fleche


Para integrar, te acompaño en el proceso..

CONSULTAS  PRESENCIALES  Y  POR  SKYPE

 Juana Ma. Martínez Camacho
   Terapeuta Transpersonal
   (Escuela Española de Desarrollo Transpersonal)
 Especialista en Bioneuroemoción
  (Instituto Español de Bioneuroemoción)
 Facilitadora Internacional CMR (Liberación de la Memoria Celular)
  (Cellular Memory Release) 
              
www.centroelim.org          Telf.  653-936-074